Cuando comencé el proceso de orientación estaba con ideas muy dispersas, mi mayor miedo era meterme en una carrera sin saber ni conocer todas las otras que estaba dejando de lado. La guía del estudiante me ayudó a perder ese miedo. Una vez que ya había visto y evaluado cada una de las carreras existentes, sabía perfectamente qué era lo que necesitaba que mi carrera me brindara y que no.
Una vez que encontré una carrera que cumplía con todos los ámbitos que más importantes me parecían, no quedó duda que esa iba a ser la carrera que iba a estudiar. Así pude elegir con seguridad.