Empecé el proceso de reorientación vocacional con Elegir, meses después de haber decidido dejar la carrera de Medicina en la UBA, después de 2 años, convencida de que no quería volver a estudiarla por mi experiencia. Lo que no me di cuenta hasta una de las últimas sesiones fue que el miedo me estaba frenando de lo que realmente quería, estudiar Medicina. De no haber sido por este curso, hubiese dejado atrás algo que quería por un miedo, en cierta forma, poco fundamentado. Nos dimos cuenta de que a pesar de los obstáculos que había enfrentado la primera vez, la decisión que había «errado» había sido la elección de la facultad, y no de la carrera.
Por eso hoy estoy haciendo el curso para entrara al Hospital Italiano, y recuperé el entusiasmo que alguna vez sentí por estudiar Medicina. Me ayudó a abrir los ojos y entender que no hay que quedarse con una sola parte de la historia, y que no hay nada malo en volver a empezar.